A partir del próximo lunes, Francia exigirá una prueba negativa de COVID-19 a cualquier viajero ajeno a la Unión Europea que quiera ingresar a su territorio, para así evitar que porten nuevas variantes del virus, anunció el primer ministro Jean Castex. Los viajeros que lleguen a Francia tendrán también que aislarse durante un periodo de siete días, y tras ese plazo deberán volver a realizarse una prueba de COVID-19, añadió Castex.
Para intentar contener un repunte de contagios, Francia impondrá asimismo un toque de queda nacional a las 18 horas a partir del sábado y durante al menos 15 días. La mayor parte de los franceses estaban ya sujetos a un toque de queda entre las 20 horas y las 06 horas, impuesto a mediados de diciembre cuando se levantó el segundo confinamiento nacional.
#ÚLTIMAHORA Francia exigirá prueba negativa de covid-19 a todos los viajeros externos a la UE, anunció el primer ministro Jean Castex #AFP pic.twitter.com/ofYF4vvxRj
— Agence France-Presse (@AFPespanol) January 14, 2021