El pintor y escultor oaxaqueño Francisco Toledo, murió este jueves a los 79 años de edad. El artista de origen juchiteco, autor de innumerables obras, goza de gran reconocimiento nacional e internacional y es considerado uno de los máximos exponentes del arte mexicano. No solo fue conocido por su talento sino también por ser un luchador social, un filántropo y por defender sus posturas políticas, pues siempre mostró su apoyo a causas ambientales y a la conservación del patrimonio artístico del país.
Toledo inició sus estudios artísticos a los 14 años en el taller de grabado de Arturo García Bustos, su obra se caracteriza por retratar animales que no son comúnmente relacionados con la belleza: murciélagos, insectos, iguanas, sapos, monos, tortugas, lagartos, venados, conejos, peces, cabras, vacas. Con ayuda de diversas instituciones, Toledo fundó el Taller Arte Papel Oaxaca, Ediciones Toledo y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. Además, impulsó la creación del Centro de las Artes San Agustín, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, entre otros.