James Hulme, un plomero de 57 años, causó la indignación de los más de 300 mil habitantes de la ciudad de Nottingham, en el centro del Reino Unido, tras haber violado con perversión la privacidad de por lo menos seis personas que lo contrataron. Según pudo comprobar un Tribunal local, el sujeto instaló todo un sistema de cámaras de vigilancia en el baño principal de la casa de una de sus clientas en junio del 2018.
Tras el despliegue del caso, la Policía inspeccionó el hogar de Hulme y encontró 302 imágenes de abuso sexual infantil y animal, según informó la oficina municipal.
Luego de que el señalado aceptara haber puesto todo el sistema de grabación y reconocer que lo hizo en otros cinco hogares, fue llevado ante los estrados judiciales por los delitos de voyeurismo, posesión de imágenes prohibidas de niños, posesión de imágenes pornográficas extremas y producción de imágenes pornográficas de menores. El sujeto fue sentenciado a un año de prisión.
Nottingham plumber James Hulme, who fitted spy cameras in clients’ bathrooms, also found to have child rape and bestiality porn – BBC News https://t.co/JZzL97Jlpf
— Joolz Denby (@JoolzDenby) November 2, 2021