El uso de cubrebocas, considerado como uno de los elementos básicos de protección contra el coronavirus, está en retroceso en varios países europeos gracias a la evolución de la pandemia, sobre todo en espacios abiertos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha constatado que Europa ya está en condiciones para controlar el coronavirus debido a la alta tasa de vacunación de su población y al extendido nivel de contagios, lo que lleva a varios países a aligerar las limitaciones. Sin embargo se mantendrá la obligación de llevar mascarilla dentro de los lugares cerrados como restaurantes, cines, teatros, gimnasios y en los transportes públicos, donde además será obligatorio usar las de tipo Ffp2, que garantizan mayor protección.
El más radical de los países europeos en ese aspecto es Dinamarca, que el pasado 1 de febrero eliminó todas las restricciones impuestas por la cuarta ola de coronavirus, por considerar sus autoridades que la variante ómicron no implica un “peligro” para su sanidad ni sus habitantes y pese a los altos niveles de incidencia que registra el país.
La mascarilla, en retroceso en Europa gracias a la evolución de la pandemia. https://t.co/M3h7cACD0l pic.twitter.com/WpoYa7gkEF
— EFE Noticias (@EFEnoticias) February 4, 2022
.@JuanMa_Moreno dice que se acatará la retirada de la mascarilla en exteriores pero lamenta "bandazos" del Gobierno https://t.co/GMQZgbyNBt pic.twitter.com/qk1Uotvhv0
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