Una repartidora de comida a domicilio fue a entregar una pizza a un domicilio en Moscú, Rusia, y se encontró con una escena de lo más inesperada e insólita, pues no la recibió una persona en la puerta sino un chimpancé, dándole el dinero y recogiendo la pizza. No solo eso, el chimpancé iba vestido como si fuera una persona, con una camiseta de manga larga, un chaleco encima, unos pantalones, medias y zapatos. Incluso caminaba y se movía como un humano, un hecho que dejó sin palabras a la repartidora.
La mujer quedó completamente en shock, no se podía creer la escena que estaba presenciando. Hasta el punto que, después de que el chimpancé le diera el dinero y entrara en la vivienda con su pizza, salió corriendo agarrando el dinero y sin mirar atrás.