Boris Johnson sorteó el desafío de los rebeldes para continuar como líder del Partido Conservador, no obstante, el margen del triunfo mantiene al primer ministro británico debilitado y exhibe las divisiones que aún pueden hundirlo. Mediante una votación secreta en el Parlamento del Reino Unido, 211 parlamentarios conservadores se mostraron a favor de Johnson en comparación con 148 en contra. La rebelión fue mayor que la experimentada por su predecesora Theresa May, quien fue destituida como primera ministra seis meses después, luego de no lograr unir al partido.
La presión sobre Johnson se ha incrementado durante semanas por los eventos denominados “partygate” en Downing Street durante la pandemia, por los cuales el primer ministro de 57 años recibió una multa policial.
Un informe de la funcionaria superior Sue Gray halló que muchos de ellos no deberían haber sido permitidos.
We need to come together as a party and focus on what this government is doing to help people with the cost of living, to clear the COVID backlogs and to make our streets safer.
We will continue to unite, level up and strengthen our economy. pic.twitter.com/vIWK81dDJC
— Boris Johnson (@BorisJohnson) June 6, 2022