Dicen que el dinero mejor gastado es aquel que no produce uno. Por eso los políticos gastan el dinero público como les da la gana o en el peor de los casos se lo roban. Hacen negocios que los favorecen a ellos o a sus familias y nadie se enteraría si no existiera una institución como el INAI, que hoy está a punto de desaparecer.
Es un reporte de Agustín Rodríguez para Hechos.