Los cárteles mexicanos han diversificado sus actividades más allá del tráfico de drogas, incluyendo extorsión, secuestro y saqueo de recursos naturales. Su crecimiento y control territorial preocupan a las autoridades, pues “no solo se infiltra en las instituciones, sino que se apodera de ellas, las absorbe”.
Es un reporte de Salvador Maceda para Hechos.