¡Una grosería de las autoridades! La apertura del rancho del exterminio en Teuchitlán, Jalisco, fue una farsa para los colectivos de buscadores en lo particular y para la justicia en lo general.
Familiares de desaparecidos denunciaron un montaje y que los formaron como si el rancho fuera un museo o un zoológico.
Es un reporte de Salvador Maceda para Hechos.