viernes 22 noviembre 2024

COVAX: la iniciativa global para frenar el COVID-19 sin Estados Unidos

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Por José Antonio Bejarano

A pesar de que el mundo enfrenta una pandemia que no respeta fronteras, los líderes de muchos países han optado por hacer frente a esta crisis a través de medidas nacionalistas que socavan los esfuerzos colectivos para controlar el coronavirus. Actualmente existen 170 proyectos de vacunas contra el SARS-CoV-2, sin embargo, menos de 10 se encuentran en la etapa 3 de sus pruebas, la cual define su éxito como medicamento.

Muchos países están temerosos de no poder tener acceso temprano a la vacuna y a suficientes dosis debido al posible acaparamiento de estas como consecuencia del nacionalismo de muchos países clave, tanto en su desarrollo como en la fabricación. La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de este peligro diciendo: “Los gobiernos están bajo presión para asegurar suministros para su población de aquellas que tengan éxito. Si los gobiernos compiten, la mayoría de los países podrían quedar fuera”.

 

No obstante, y ante la alta probabilidad de esta amenaza, 165 países han decidido formar parte de un entendimiento en conjunto que pretende garantizar el acceso equitativo a una vacuna que funcione. El nombre de este mecanismo se llama COVAX.

COVAX tiene como principal objetivo enfocar los esfuerzos en priorizar a las personas de alto riesgo en todo el mundo el acceso a la vacuna del COVID-19, evitando el acaparamiento de esta en el país que primero la consiga. Sin embargo, el 1 de septiembre, Estados Unidos informó que no se unirá al esfuerzo global para desarrollar, fabricar y distribuir entre la población de mayor riesgo una vacuna contra el coronavirus. La Administración de Donald Trump ha justificado su decisión al señalar a la OMS como una organización “corrupta” y controlada por los intereses de China. Para garantizar el suministro de la vacuna para la población estadounidense, el Tío Sam está haciendo acuerdos bilaterales con compañías farmacéuticas en vez de ser parte de la iniciativa global.

Estados Unidos piensa que no necesita la colaboración internacional de mecanismos como COVAX porque tiene suficientes candidatos a vacunas en ensayos clínicos como para hacerlo solo. Sin embargo, aún no se sabe cuál será el candidato exitoso. Incluso, EUA tiene planeado retirarse de la OMS el 6 de julio deL 2021, decisión que depende si Trump gana las elecciones.

 

Las crisis, las guerras y las epidemias siempre han puesto a prueba la madera de la que están hechas la personas. Son el mejor escenario para poner a prueba tanto la naturaleza humana como el liderazgo de las naciones. Si bien Albert Camus en su libro “La Peste” ejemplifica cómo las sociedades pueden salir adelante en periodos críticos a través de la solidaridad, siempre existirán actores que, ensimismados en su propio egoísmo, se apartarán de la sociedad en busca de su beneficio propio. Sin embargo la supervivencia ante esta clase de situaciones extremas siempre requiere de la colaboración mutua buscando el beneficio mutuo. Si Estados Unidos continúa aislándose del mundo cada vez más, claudicando de su liderazgo, en un futuro los historiadores podrán discutir si esta pandemia fue el principio del fin de su poderío e influencia global.

José Antonio Bejarano es especialista en política internacional y geopolítica.

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