Orlene, que parecía una tormenta tropical sin peligro para nuestro país, de repente alcanzó una categoría cuatro y golpeó México con fuerza. Nueve estados asumieron estado de alerta pero Sinaloa se llevó la peor parte.
En 40 años, las comunidades no se habían inundado tanto debido al desbordamiento de ríos. Autoridades monitorean el crecimiento del nivel del agua para determinar si las personas pueden regresar a sus casas o permanecerán en los albergues.
Es un reporte de Edgar Galicia para Hechos.