La noche del 24 de octubre, Fuerza Informativa Azteca alertaba de lo que estaba por venir. Nadie más hacia eco y llegó lo que nadie hubiéramos deseado: el huracán Otis.
Llegó sin piedad, sin cesar, devastando Acapulco y otras zonas de Guerrero.
Nuestro equipo, sin pensarlo y sorteando el desastre, hizo lo que siempre hemos hecho, informar desde el lugar de los hechos.