Doble dolor: la delincuencia y la omisión de las autoridades. Jaqueline Palmeros sufrió la tragedia de tener a su hija desaparecida. Ante la poca respuesta de la Fiscalía capitalina, decidió buscarla ella misma.
Junto con el colectivo “Una luz en el camino” llegó a la zona del Ajusco, al sur de la CDMX, y ahí localizaron restos óseos que correspondían a su hija.
Es un reporte de Ricardo Torres para Hechos.