México enfrenta un panorama mixto, pues mientras mantiene ventajas bajo el T-MEC para productos que cumplen con las reglas de origen, el acero y aluminio mexicanos siguen con un arancel del 25%.
Las negociaciones buscan reducir esto a 12.5%, pero el objetivo de Trump parece claro: presionar a México en temas como migración y tráfico de fentanilo.
¿El objetivo? Traer fábricas a Estados Unidos y redefinir el comercio global.
Es un reporte de Armando Guzmán en para Hechos.