El pasado 15 de agosto nació Eliska en un hospital de la República Checa, tras pasar 117 días en el vientre de su madre en estado de muerte cerebral, mantenida con vida artificialmente hasta el final de la gestación. Se trató de un caso único en el mundo. La madre de la niña estaba embaraza de 16 semanas cuando fue hospitalizada el pasado 21 de abril en estado muy grave, debido a una hemorragia cerebral causada por un malformación genética que derivó en una muerte cerebral. En ese momento el feto pesaba unos 250 gramos, por lo que el equipo médico decidió mantenerla con respiración y funciones vitales para hacer viable el embarazo. El 15 de agosto se certificó el nacimiento por cesárea de Eliska, con un peso de 2,130 kilos y una altura de 42 centímetros, y también la muerte de su madre Eva, de 27 años. Actualmente la bebé está al cuidado de su tía, que la está amamantando, y de su padre.
#CooperativaConversa Eliska, la niña que nació tras pasar 117 días en el vientre de su madre fallecida https://t.co/0Z7uOSbOvE pic.twitter.com/ko73rH7Cp5
— Cooperativa (@Cooperativa) September 3, 2019