Como medida de precaución en el condado Anxin, en la provincia de Hebei, a unos 150 kilómetros de la capital china, han quedado completamente confinados tras detectarse al menos una docena de casos vinculados con COVID-19 en el principal mercado de la capital. Los más de 400 mil personas que habitan el condado, con la excepción de los trabajadores considerados esenciales, deberán permanecer en sus domicilios hasta nuevo aviso. Únicamente podrá salir una persona por familia al día para comprar alimentos.
Las autoridades sanitarias del condado calificaron la situación de “extremadamente grave”, e indicaron que las restricciones al movimiento eran necesarias para prevenir que el virus pueda llegar desde otras partes y se pueda propagar. Quienes no obedezcan las medidas se enfrentarán, dicen, a “un trato severo por parte de las autoridades conforme a la ley”. “Cada persona tiene la responsabilidad de combatir el virus”, asegura el anuncio distribuido entre los habitantes del condado.
El condado de Anxin (400.000 habitantes) ha quedado completamente confinado por precaución. Solo podrá salir una persona por familia al día para comprar comida. La medida surge tras detectarse al menos una docena de casos relacionados con el brote de Pekínhttps://t.co/pONYCbhZrT
— EL PAÍS (@el_pais) June 29, 2020