La nueva escalada de ataques entre Armenia y Azerbaiyán en la región del Nagorno-Karabaj se reanudó la mañana de este domingo. Ambas partes comenzaron hostilidades acusándose mutuamente de provocaciones y bombardeos de zonas fronterizas. Por tal motivo, Armenia y la República de Nagorno-Karabaj declararon estado de guerra y la movilización general. Posteriormente, el mando de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán exigió la rendición de la guarnición de la ciudad de Martakert, a fin de que no sea “destruida completamente”. A su vez, Turquía acusó a Armenia de comenzar el conflicto e informó que apoyará a Azerbaiyán “por todos los medios”.
Por su parte, Rusia llamó a Armenia y Azerbaiyán a abstenerse de acciones militares. Serguéi Lavrov, el canciller ruso, sostuvo una conversación telefónica con Zohrab Mnatsakanián, su homólogo armenio, durante la cual manifestó “su seria preocupación por las hostilidades a gran escala en curso”, además de llamar al alto al fuego entre ambas naciones. De igual modo se indicó que se está preparando una conversación telefónica entre Lavrov y Ceyhún Bayrámov, el ministro de exteriores de Azerbaiyán.
Ante dicha situación, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expresó que está “profundamente preocupada” por la escalada de tensiones entre Armenia y Azerbaiyán e instó a las partes a detener el fuego.
Azerbaiyán y Armenia al borde de la guerra, con violentos combates en Nagorno Karabaj #AFP https://t.co/HbuBggptz4
— Agence France-Presse (@AFPespanol) September 27, 2020
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— The Political Room (@Political_Room) September 27, 2020
