El papa Francisco, que tiene un ligamento de la rodilla roto, apareció este jueves en público por primera vez en silla de ruedas en la sala Pablo VI del Vaticano. El pontífice, de 85 años, llegó empujado por un asistente.
El martes, en una entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera, contó que iba a someterse a “una infiltración” de rodilla para aliviar el dolor que padece y que lo ha obligado a cancelar varias reuniones programadas. “Tengo un ligamento roto, se me va a intervenir con infiltraciones y se verá. Estoy así desde hace tiempo, no puedo caminar”, aseguró Francisco.
La infiltración de rodilla es un procedimiento que consiste en inyectar directamente en la articulación algunos medicamentos con efecto antiinflamatorio, analgésico o regenerativo.
El miércoles, durante la audiencia general en la plaza de San Pedro, el papa estaba particularmente cansado y tuvieron que ayudarlo a caminar y a levantarse. Francisco tiene problemas también crónicos de ciática, que le suelen causar dolores fuertes, y se sometió a una delicada operación de colon en julio de 2021.
Pope Francis used a wheelchair during a public meeting on Thursday, the first time he has done so publicly since leaving the hospital after colon surgery in July 2021. https://t.co/YOJQrEEhkT
— Catholic News Agency (@cnalive) May 5, 2022
📹 VIDEO | Sound on! Listen to thousands of pilgrims encouraging Pope Francis as he makes a huge effort to stand up and walk at the end of the general audience. He is undergoing treatment for a torn ligament in his knee. Stay strong, dear Holy Father! pic.twitter.com/UAXIQxhb0N
— EWTN News (@EWTNews) May 4, 2022