El regulador nuclear de Japón aprobó un plan para liberar más de un millón de toneladas de agua contaminada de la planta de Fukushima al Océano Pacífico, lo que provocó el malestar de China. Este proyecto ha sido adoptado por el gobierno y respaldado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero el operador de la planta Tepco aún debe convencer a las comunidades locales para seguir adelante.
El plan consiste en verter de forma paulatina al Pacífico más de un millón de toneladas de agua contaminada con tritio, un radionucleido que no puede ser eliminado por las tecnologías actuales pero cuya dilución en el mar ya se practica en Japón y en el extranjero en instalaciones nucleares en funcionamiento.
Esta agua tritiada proviene de la lluvia, aguas subterráneas o inyecciones de agua necesarias para enfriar los núcleos de varios reactores nucleares de Fukushima, que se fusionaron debido al tsunami del 11 de marzo del 2011.
Se instalaron más de mil depósitos alrededor de la planta para almacenar esta agua tritiada tras operaciones de depuración destinadas a eliminar otras sustancias radiactivas. Pero la capacidad de almacenamiento se saturará pronto.
Según los expertos, el tritio solo es peligroso para los humanos en dosis muy concentradas, situación a priori excluida en caso de que se produzca una liberación en el mar a lo largo de varias décadas, tal y como prevé Tepco. El OIEA también cree que este proyecto se realizará “en pleno cumplimiento de los estándares internacionales” y que “no causará daños al medio ambiente”.
El regulador nuclear de Japón aprobó el viernes un plan para liberar más de un millón de toneladas de agua contaminada de la planta de Fukushima al océano, lo que provocó el malestar de China.
🎥AFP / El País pic.twitter.com/bgQkGPiZHU
— El País Cali 📰 (@elpaiscali) July 22, 2022