El papa Francisco lamentó la situación que se vive en Nicaragua con la persecución “de personas e instituciones” por parte de las autoridades. “Sigo desde cerca, con preocupación y dolor la situación generada en Nicaragua, quisiera expresar mi convicción y deseo que por medio del diálogo abierto y sincero se pueda encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, refirió el religioso durante el rezo mariano del Ángelus.
Recientemente fue arrestado Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, Nicaragua, a quien de acuerdo con la Policía Nacional se le acusa de “organizar grupos violentos e incitarlos a realizar actos de odio contra la población”. Junto con el obispo fueron arrestados otros ochos sacerdotes, todos opositores al gobierno del presidente Daniel Ortega.
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) denunció que hasta el momento se desconoce el paradero de los religiosos detenidos. Entre los detenidos está Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista, y los sacerdotes José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa de San Pedro.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) exigió que de inmediato se dé a conocer el paradero y condición de los sacerdotes, de quienes, dice, “están secuestrados”.
